Si no hubiera existido el proceso iniciado por la presentación en Banca XXI del proyecto por un Transporte para todos y todas, hoy no existiría ninguna discusión en la materia. A diferencia de los últimos 6 años que, luego del aumento, todo se “resuelve” con el olvido; hoy es diferente. El proyecto presentado recogió los reclamos de todos los sectores de la sociedad civil, tanto de organizaciones sociales, sindicales  como estudiantiles.
Dentro de los varios puntos que se pretendían poner en discusión, lo que más llamó la atención fue la reacción del bloque municipio-empresas y la constante negativa a resolver algo que parecía tan simple como que los diferentes bonos de descuento se paguen arriba del colectivo (secundario, terciario y universitario).
Al municipio no le interesa más que quedar mediáticamente bien posicionado.  Un estado que regule y controle permanentemente el transporte es necesario para mejorarlo. Vereda opuesta en la que se encuentra el radicalismo. La comisión de transporte del deliberante local hoy es manejada por los empresarios, donde el radicalismo cumple una función legitimadora de las políticas privadas, reafirmando al transporte como un “servicio” y no cómo un derecho en tanto TRANSPORTE PUBLICO.
Las dos bocas de expendio son un avance insuficiente. Para mejorar 100% la accesibilidad es necesario que IMPLEMENTEMOS EL PAGO ARRIBA del colectivo DE TODOS LOS BONOS DE DESCUENTO. Los cambios logrados son un paso intermedio. Sin embargo, hay que avanzar en el aspecto técnico de cómo se implementaría el pago arriba. Las empresas se niegan a implementarlo sin argumentos claros.
            El sistema que se está evaluando para implementar el pago arriba da mayor transparencia, ya que se sabría exactamente cuantos boletos y de que tipo se cortan, como también la frecuencia exacta con que circulan las unidades (ya que funciona con GPS). Supondría una mayor regulación por parte del Estado municipal.
            La poca vocación de diálogo de los empresarios de transporte se vio en la situación violenta propiciada por ellos en Diciembre de 2010 mandando a 40 personas con actitud intimidatoria, en el Consejo Deliberante, hacia los manifestantes que nos oponíamos al ilegítimo aumento del boleto plano, con una claro guiño del radicalismo -permitiéndoles a ellos la ocupación del recinto- para poder aprobarlo sin ningún inconveniente.
            La histórica política radical de desregulación hace hoy que la comisión del Concejo Deliberante sea manejada por las empresas. ¿Dónde está el estado municipal? ¿Quién preside la Comisión de Transporte del Concejo Deliberante?
            Los avances hasta aquí logrados son fruto de la organización popular y del sentido de ofensiva que requiere la etapa. Desde que existe un proyecto concreto para discutir transporte, desde que existe vocación de transformación real se demostró que las organizaciones populares tomamos como bandera la participación democrática, amplia y profunda. Se demostró que queremos y podemos discutir política pública.

Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Humanas

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